Sienta la humedad, como polvorienta agua sobre las calles,   derramándose, siéndose un arpegio de notas de sudor, calor,   espera y desesperación. El tren que no llega, la gente se aprieta,  comprime, agolpa, y tu, y vos, y yo en esta nota sin escape, sonando   hasta esperar el descanso, hasta el descanso de melodía acéfala,  expuesta, compartida, no propia, común, compartida, hedionda,  multiplicada, repartida, no merecida.   Dame una melodía pide la nota, una melodía donde poder vivir,   y que pueda seguir siendo su propia música, como la de cualquier   ciudadano, como la de tu otro que esta en frente, seguir siendo,   seguir haciendo su música.   Dame tu música pide el pibe del tren, que tira una flor en tu   regazo, y sigue su camino, viendo donde ir a parar, o a donde   volver.   
Blog personal.